Esta megalópolis se encuentra situada entre el continente europeo y el asiático (aunque su influencia mayormente la tiene de este último), exactamente en un país llamado Turquía. Es la segunda ciudad más importante, luego de la capital de Ankara, aunque es la más poblada y grande, a su vez que preferida por los turistas para vacacionar y vivir experiencias en un territorio exótico.
Antes de ser llamada Instambul en el año 1930, fue denominada como Bizancio (en el 667 a.C hasta el 330) o Constantinopla (en 1453)
De extremo a extremo, alcanza una extensión de 5700 km2 y 100 Km.
Está dividida por el estrecho del Bósforo, por el cual circulan ferrys y barcos de la región, sobre él, el cuerno de oro (canal de 7 kilómetros), une tanto la región de Europa con Asia (haciendo una conexión inherente de lo moderno y lo originario), como el mar Negro con el de Mármara.
Su privilegiada posición geográfica hizo que diversos imperios de otras civilizaciones se apoderaran de él, la destruyeran y reconstruyeran, dejando huellas imborrables no sólo en su edificación, sino que en su historia.
El bósforo es una parte fundamental de esta ciudad, si bien está controlada por Turquía es un paso internacional, acordado y firmado en un tratado durante el año 1936, en el cual se estipula la autorización del paso de los barcos provenientes de los países situados en la zona del mar Negro como Rusia, Rumania, Ucrania y Bulgaria transitar a las aguas del sur. Si bien hoy está reglamentado, durante muchos años, especialmente en las batallas reñidas en la primera guerra mundial, sirvió de ruta obligada a los ejércitos de distintas naciones involucradas.
En la actualidad sigue manteniendo los atractivos tanto turísticos como sociopolíticos, es una gran ruta comercial, se concentra también como una importante zona de industrias y es el lugar indicado para realizar las mejores negociaciones, tanto a macro como a micro nivel, por esto, no es menor que aquí se sellen grandes acuerdos comerciales entre empresas nacionales como internacionales y los aeropuertos a su vez, cuenten con salas especialmente adaptadas para esta actividad, con salones de conferencias, recintos exclusivos, salas de reuniones, entre otros. Así como los hoteles más prestigiosos de la localidad.
Los turistas también adoran el llegar a estas tierras, para poder poner en práctica el deporte nacional del “regateo” y conseguir productos de excelentísima calidad a precios bastante bajos. Los comerciantes minoristas, por su parte, viajan hasta aquí para visualizar mercadería que puedan importar hasta su país de origen.
Por otra parte, aquello que sin duda es una característica innegable de esta parte del mundo, es la mezcla perfecta entre los sabores de oriente, su comida, tradición, folclor, que envuelven a quien le visita (y lo mismo que hace que regrese a los años siguientes) y la influencia de occidente, aunque esta última es menos buscada, debido a que ya es algo que se conoce. Sin embargo, para quienes desean no perder el contacto con las comodidades y aspectos propios de una urbe moderna, esta es una salida a la cual recurrir durante el día.
Para el resto de personas aficionadas a la historia, la cantidad de museos, monumentos y arquitecturas propias de los periodos por las cuales atravesó esta civilización, son un encanto singular que no dejan de recibir visitas de personas, provenientes mayormente de Europa. Con ganas de saber, aprender y dejarse encantar.
Hasta aquí se puede llegar en avión, con algunos vuelos directos internacionales o nacionales desde los principales aeropuertos de Turquia, también se puede por vía terrestre desde las ciudades o pueblos cercanos, en automóvil o buses. Los primeros, si eres extranjero, puedes alquilarlo en alguna compañía que preste el servicio y se recomienda en el caso de hacer viajes entre pueblos colindantes, facilitando la comodidad y libertad de movimiento.
